Los hombres tienen derecho a estar resentidos o despechados con sus ex
El resentimiento, nos guste o no, es bastante normal y humano |
Mucho se habla sobre la importancia de reconocer nuestra humanidad, con sus virtudes, pasiones y miserias. El amor y la sexualidad es de hecho algo demasiado humano, que comprende una serie de matices según los individuos y sus culturas, además de una variedad de emociones y sentimientos asociados, tanto positivos como negativos. En se sentido, el resentimiento o el despecho, nos guste o no, están muy presentes en las relaciones sexoafectivas cuando terminal mal.
Obviamente, se trata de un estado o emoción no deseada, puesto que afecta al individuo que lo padece, a su vez que puede ─si se está fuera de control─ convertirse en atentados contra la tranquilidad o seguridad de otra persona. Por eso se entiende que tal sentimiento sea mal visto. Sin embargo, a menudo no se le hace justicia a su humanidad. Y es que hay gente que está resentida o despechada por muy buenas razones. Nadie está libre de verse afectado y todos, de una u otra forma, guardamos nuestros rencores por más que no sea bonito admitirlo.
Un doble rasero
Todos tenemos la capacidad de empatizar con la actitud despechada de otro, en especial cuando es alguien a quien queremos y conocemos personalmente. El problema es que existe un doble estándar a la hora de ser comprensivos. Nadie ataca la feminidad de una mujer por estar despechada luego de una relación fallida, pero sí que hay censuras, ataques y burlas hacia la hombría de un varón que está resentido con su ex novia.
La razón fundamental para este doble rasero radica en que el desborde emocional es comprendido dentro de la naturaleza femenina, mientras que al hombre se le exige un mayor control de tales emociones. Por ende, no hay gran juicio social (a menudo solo chistes) cuando una mujer despechada sin control insulta, le rompe las lunas del carro, le corta los genitales o asesina a su ex pareja. Por otro lado, sí que hay todo un linchamiento hacia el hombre con las mismas bajas pasiones, así solo esté hablando mal de su ex novia o generalizando sobre el sexo femenino.
¿Dónde está la igualdad que esta sociedad dice querer?
El despecho femenino es visto como una fuerza natural, el despecho masculino como una debilidad (Foto: Paperblog). |
Un círculo vicioso
¿Es acaso culpa del machismo? No faltarán las personas que responsabilizarán al patriarcado por esta cuestión. El detalle es que quienes dicen apoyar la igualdad entre hombres y mujeres, en sus vidas cotidianas no dudan en seguir con el mismo juego hipócrita a la hora de minimizar o justificar el resentimiento femenino, a su vez que persisten en usar el despecho masculino (sea este real o supuesto) como arma para minimizar, herir o pretender desmoronar los sentimientos o argumentos de los varones en diversas situaciones, como las relaciones rotas por poner un ejemplo.
En este caso, así como en muchos otros, echarle la culpa al machismo solo hace que ciertas personas se deslinden del problema para poder seguir sacando provecho del mismo, con inmunidad y de forma perpetua.
Hombre, tienes derecho a estar resentido
El resentimiento es un estado emocional bastante humano y natural. Tal como lo define el diccionario, es el enfado que sentimos hacia alguien que consideramos causante de ofensas o daños hacia nosotros. Normalmente, eso lleva al afectado a tomar acciones, como ser indiferente o despectivo en el trato con dicho individuo, hasta ser agresivo o peligroso en caso de personas fuera de equilibrio. En resumen, el problema no es resentirse, sino no establecer límites.
Hombre, si tu relación ha terminado por razones que consideras poco honestas de parte de tu ex novia, tienes todo el derecho a sentir fastidio y resentimiento hacia ella. Que nadie te lo quite. Quien pretenda herirte por estar resentido, significa que desprecia tu humanidad. Y si justifica el resentimiento de una mujer a la vez que condena el tuyo por ser varón, no hay dudas: te considera menos humano que el sexo opuesto.
No permitas que vulneren tu derecho a estar despechado, pero nunca pierdas de vista la necesidad de controlar tus resentimientos y de canalizarlos de forma inteligente para superarlos, sin medidas que te hagan quedar en ridículo o que incluso comprometan tu libertad. Tan humano es resentirte como saber que eres dueño de tus emociones y no al revés.
Desarrolla actividades provechosas que canalicen la energía negativa que sientes |
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