¿Por qué las mujeres son más propensas a iniciar rupturas?

Las mujeres son más propensas a romper con sus novios que viceversa

Ciertamente, cada vez son más las personas que aceptan que el amor tiene fecha de caducidad. Y aunque existen excepciones, el fin es inevitable para la mayoría de vínculos amorosos. Pero hay algo que tal vez muchos notan, pero pocos se cuestionan: ¿Por qué la mayoría de las veces es la mujer quien decide romper la relación? 

Luego de tres años, que es el tiempo estimado de duración del noviazgo promedio, parece que mientras los hombres aprenden a sentirse cómodos en sus relaciones, son las chicas quienes tienden a agobiarse primero. Así nacen los "me siento incomprendida", "me siento controlada", "siento que no estamos yendo a ningún sitio", "creo que necesito tiempo", y ese montón de quejas que todos los machos conocemos muy bien. 

Ante esta molesta realidad, existen al menos tres posibles explicaciones:

1) Los novios se vuelven flojos y aburridos con el tiempo

2) Las mujeres se van haciendo más exigentes con sus relaciones

3) Las mujeres necesitan un nuevo novio, uno mejor que el actual

Lamentablemente para nuestros egos masculinos, las tres razones son ciertas. Sí, los tres puntos mencionados explican el por qué ellas deciden romper con nosotros. No obstante, eso no significa que seamos culpables de todas las rupturas, ni tampoco las víctimas necesariamente. Por eso, para entender mejor lo que trato de decir, discutamos cada explicación dada y así entenderemos los estrechos vínculos secuenciales existentes que hay entre ellas.

Los novios se vuelven flojos y aburridos con el tiempo

Las parejas pueden volverse más "aburridas" con el tiempo

Nada nuevo bajo el sol. Cuando queremos que una chica se fije en nosotros, solemos pulirnos bastante para poder enamorarla. Una vez logrado el objetivo, mantenemos el comportamiento conquistador por algún tiempo, y a su vez los alternamos con algunos baches conductuales para darle a nuestra chica esa montaña rusa emocional que tanto les gusta.

Pero con el pasar de los meses y años nos vamos cansando, hasta un punto en el que solo queremos comodidad. Es así que bajamos la guardia y muchos de nuestros detalles para con ella desaparecen. ¿Cuáles detalles? No nos referimos en específico a regalos y otras inversiones económicas, sino a esos pequeños (o grandes) sacrificios que solíamos hacer para garantizar su conformidad física y emocional. 

Ahora, de seguro aquí muchos dirán: «¡Oye tú, pero hablas como si ellas no operaran de la misma forma!». Es verdad, ellas también suelen mostrarnos su cara más bonita al inicio de la relación, y conforme el tiempo pasa se cansan al igual que nosotros. También van olvidándose de detalles en favor nuestro, siendo tal vez el más doloroso la disminución de encuentros sexuales.

Sin embargo, a nosotros no nos termina molestando tanto esa suerte de "involución" en el noviazgo. A ellas sí les afecta y mucho. Eso se debe a que los hombres somos criaturas que nos acomodamos con facilidad a las circunstancias y necesitamos pocas cosas para sentirnos bien; en cambio ellas...

Las mujeres se van haciendo más exigentes con sus relaciones

Las exigencias femeninas nunca dan tregua

Cualquier hombre con algo de experiencia en la vida sabe que las mujeres son seres exigentes, muy demandantes. Y no necesariamente se debe a que sus padres las críen como princesitas, sino que la naturaleza femenina es así. Tampoco es de extrañarse que ahora anden de divas por la vida con mayor vehemencia que sus madres y abuelas. En gran parte, esto es culpa de la globalización. 

Si las mujeres no fueran exigentes, prácticamente no existirían chicos vírgenes ni hombres en paro abandonados. Todos los mileuristas tendrían compañía femenina en abundancia. El concepto de la friendzone como parte del sufrimiento masculino posmoderno tampoco existiría. Y, desde luego, estas líneas tampoco habrían sido escritas.

Las mujeres son criaturas exigentes no solo para aceptar a un hombre en su vida, sino también a la hora de decidir si continuar con él o no luego de años de noviazgo. Las hembras humanas no dan tregua. Tras un tiempo considerable de estar comiendo, durmiendo, besándose y acostándose con un hombre, cierta día lo miran y piensan: "¿Qué estoy sacando de este tío", "¿ahora cobra más que antes?", "¿por qué sus amigos tienen mejores puestos que él", "¿cuándo le ascenderán?", "¿cuándo iremos de viaje al Caribe?", "¿por qué ahora no parece tan fascinante como antes?.  

Es así que ellas comienzan a aburrirse, hartarse y decepcionarse, lo que les lleva a...

Las mujeres necesitan un nuevo novio, uno mejor que el actual

Las mujeres siempre comparan a sus novios con otros hombres, aunque lo nieguen

Ajá, no hay duda de que esta explicación es el golpe más duro a nuestro orgullo como machos, pero es así. Lo ves en la naturaleza: los chivos golpean sus cornamentas para competir por las hembras, los leones se matan por el mismo motivo, los pajaritos coloridos despliegan sus alas para cautivar a las pajaritas, etc. En resumen, son ellas las que eligen y su elección casi siempre es por el mejor macho que se pone frente a sus ojos.

¿Pero cómo definir lo que es mejor? Bueno, eso depende de cada mujer y del contexto donde se mueva. No obstante, en líneas generales, podemos decir que un hombre que tiene mejor aspecto que tú, gana más dinero que tú, tiene un mejor auto que tú, vive en un lugar mejor que el tuyo y posee una personalidad más cautivadora que la tuya, pues... es mejor que tú a los ojos de la inmensa mayoría de mujeres.

Si un hombre que destaca en todas o cualquiera de las facetas mencionadas, se acerca a tu novia justo cuando ella empieza a sentir desencanto por ti, y ella sabe (o cree) que puede irle bien al lado de él,  ya sabes lo que puedes esperar. Las mujeres no rompen una relación para estar solas, casi nunca. Menos aun en los tiempos posmodernos donde cuentan con un harén de hombres en espacios digitales. 

Como habrás podido ver, aunque estas líneas sean algo duras para algunos hombres (en especial para los más jóvenes), verás que en ningún momento se ha echado la culpa a ninguno. Y no hay que adelantarnos a pensar que las mujeres son las malas de la película, ya que eso depende de algunos detalles que ya hablaremos en otro momento. 

En promedio, los noviazgos se complican luego de los tres años